domingo, 30 de diciembre de 2012

Un color: verde

Para despedir el año: un color.
Un solo color. Distintas tonalidades. Distintas intensidades. Distintas líneas de dirección...
Color verde.
Esperanza


DSLR, macro 90 mm. f2,8 a f4,5- 1/13s. ISO 100 +1,33EV


miércoles, 26 de diciembre de 2012

2012 (al final de sus días)

Despojado de muchas de sus capas o manteniendo a duras penas solo unos restos de las que tenía como 
señas de identidad, 2012 llega al final de sus días.
Ha sido un año dificil, duro y
maltratado por las inclemencias.
En su deriva ha ido perdiendo todo aquello que nos proporcionaba confianza, seguridad, bienestar, salud, ...
Ahora dentro de poco, tendremos que botar un nuevo barco, un año nuevo, y tendremos que dotarlo de capas
más resistentes para evitar que cuando cumpla sus días, termine como este.
Fuerza.



DSLR,
17-50 mm. f2,8 a f6,3- 1/400s. ISO 200 +0,33EV



domingo, 23 de diciembre de 2012

Felices fiestas

Para todos los que habeis pasado por aquí, para todos los amigos, para todos ...
¡¡¡   f e l i c e s    f i e s t a s    !!!
Que el próximo año llegue cargado de semillas de esperanza y que, en e
stos tiempos particularmente duros, 
consigan germinar con fuerza.
Salud
.


DSLR, macro 90 mm. f2,8 a f14- 1/90s. ISO 100 -0,67EV

viernes, 21 de diciembre de 2012

El adios de este otoño

Que pase el siguiente.
Es el turno del señor invierno.
Aunque ahora puedo empezar a percibir alguna cosa, ya veremos las sensaciones que finalmente nos traerá.
Ya veremos !!!


DSLR, macro 90 mm. f2,8 a f18- 1/10s. ISO 100 +0,33EV

 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

EN LAS ANTÍPODAS (HACE SEIS MESES) ---[11]



Era junio y las mariposas todavía revoloteaban entre las flores, hurgando con sus largas y flexibles trompas
hasta saciarse con el dulce nectar de los pistilos.


Lycaena phlaeas
(manto bicolor)
DSLR, macro 90 mm. f2,8 a f11- 1/320s. ISO 200 (ambas)

domingo, 16 de diciembre de 2012

Nuevos tiempos

En torno a dos milenios separan, en el tiempo, a este fabuloso puente-pasarela en forma de doble tirabuzón, obra
d
el arquitecto francés Dominique Perrault en el río Manzanares a su paso por Madrid, del puente romano sobre el
Albarregas de la entrada anterior.
Son unos 350 km. en la distancia, y muchas cosas más si nos centramos en detalles como la estructura, los
materiales, la forma, el diseño, ... en fin que están a "años luz".

Seguramente no alcanzarán nuestras vidas para comprobarlo, con lo que no habrá mucho que perder o ganar,
pero yo pondría sobre la mesa cualquier cosa, apostando a que cuando pase el tiempo y uno de los dos sea
derribado por que amenace ruina, el otro seguirá siendo una de las ruinas romanas más valoradas del conjunto
arqueológico emeritense.
Y eso que el puente de Mérida juega con una desventaja cercana a los veinte siglos.
¿Obsolescencia programada?


DSLR, 17-50 mm. f2,8 a f16 - 1/125s. ISO 200

jueves, 13 de diciembre de 2012

Niebla milenaria


Las milenarias piedras del Puente Romano sobre el río Albarregas y las que, junto con el rojo ladrillo, sustentan
el Acueducto de los Milagros, se difuminan rodeadas de la densa niebla de esta fría mañana en Emerita Augusta,
capital de la antigua Lusitania romana.



El Puente sobre el río Albarregas es una construcción que se supone coetánea a la fundación de la ciudad;
mide unos 125 m. de largo por 7,90 m. de ancho y tiene una altura de unos 6,50 m.
Servía de entrada y salida por el norte de ciudad, dando acceso o formando parte de la Vía de la Plata y de la vía
que llevaba a Lisboa.
Debido al escaso caudal del río Albarregas, su sencilla estructura de sillares almohadillados de granito solo
consta de 4 arcos, a los que posteriormente se le añadieron otros dos más pequeños que servían de aliviadero
ante las crecidas estacionales.
Aunque en fechas más o menos recientes fue reformado con algunos añadidos en la parte superior, su estado
actual no parece que sea muy diferente del original.

El Acueducto de los Milagros se construyó aproximadamente en el s. I de nuestra era para salvar el valle del
Albarregas. 

Podría decirse que forma parte de la obra hidráulica compuesta por el embalse de Proserpina, la torre del agua
(castellum aquae) y la conducción, tanto subterránea como superficial, de unos 10 ó 12 km. que tiene su inicio
e
n la presa de Proserpina y desemboca en una piscina limaria, donde el agua se liberaba de las impurezas que
arrastraba y reducía su velocidad, para después continuar un corto trecho y enlazar con el propio acueducto que
la conducía hasta la torre del agua, situada en el punto de mayor altitud de esta zona. Desde aquí, el preciado
líquido se distribuía al sector oeste de la ciudad romana.
Dejando al margen su longitud estimada en unos 825 m. así como la fabulosa altura de sus pilares enlazados por
arcos y que alcanzan los 25 m., una de las principales peculiaridades de esta obra arquitectónica es la
constante superposición de cinco hiladas de sillares de granito y otras cinco de ladrillos. Curiosamente todas
las dovelas de los arcos están confeccionadas también con ladrillos a excepción del arco situado en pleno cauce,
cuyas dovelas son de granito.


Dos magníficas obras que han superado el paso del tiempo, y que en estos días se dejan acariciar por la gélida
niebla que las envuelve y nos las ofrece como un regalo de valor incalculable.


DSLR, 17-50 mm. f2,8 a f14 - 0,7s. ISO 100

lunes, 10 de diciembre de 2012

Homo sapiens en la niebla

No parece que esté la mañana para "andar" por estas carreteras.


DSLR, 17-50 mm. f2,8 a f8 - 1/320s. ISO 200

jueves, 6 de diciembre de 2012

Bajo el puente

La niebla que se expande por el río, se resguarda bajo el puente y lo abraza en la otra orilla, haciéndolo
interminable a la mirada de nuestros ojos.
Quien se encuentre en la margen opuesta tendrá esta misma sensación, pero invirtiendo los términos.
(Allí estaremos los dos, y ninguno sabremos del otro)


DSLR, 17-50 mm. f2,8 a f8 - 1/100s. ISO 200 - 0,33 EV

martes, 4 de diciembre de 2012

Monte cerrado

La espesura de la maleza impide o dificulta notablemente el acceso a ciertas partes del monte.
Esta sensación se acentúa cuando la niebla o la bruma tambien impiden la nítida visibilidad.
El papel de la orografía de la zona puede llegar a ser determinante para tipificar el grado de inaccesibilidad.

Luego está el factor humano, aquellas actuaciones que pretenden salvaguardar lo que creemos propio, poniendo
puertas al c
ampo, cerrando con puertas el monte.
Monte cerrado.


DSLR, 17-50 mm. f2,8 a f10 - 1/50s. ISO 200